El acuerdo entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos para prorrogar los ERTE hasta el 31 de mayo es ya un hecho. La patronal finalmente ha dado su brazo a torcer y dará su apoyo a las nuevas condiciones, que en realidad son prácticamente iguales a las que están vigentes en la actualidad. La junta directiva de la CEOE se reunió a primera hora de la mañana del 19 de Enero y aprobó por unanimidad el documento sobre la cuarta prórroga de la pandemia, según informó la organización liderada por Antonio Aramendi en un comunicado. Esta tarde hará lo mismo el órgano de dirección de Cepyme, según confirmaron a este periódico fuentes cercanas a la patronal de las pequeñas y medianas empresas. También CC OO votó esta misma mañana que sí, mientras que UGT ya había mostrado su conformidad con el texto y había informado a su ejecutiva la semana pasada.
La patronal había sido reticente hasta ahora a dar su visto bueno ante la negativa del Gobierno a flexibilizar la cláusula de salvaguarda del empleo, que obliga a las empresas a no despedir a ningún trabajador durante seis meses o, de lo contrario, tendrán que devolver las cuotas exoneradas de toda la plantilla. Los empresarios intentaron que, en caso de tener que despedir, se devolvieran solo las cotizaciones de esos trabajadores y no de todos, pero no encontró apoyo ni en el Ejecutivo, que argumenta que se ha gastado mucho dinero público, ni en los sindicatos. Sin embargo, ha pesado más la necesidad de mantener los ERTE, más ahora con las nuevas restricciones provocadas por la tercera ola, lo que hace prever que muchas más compañías se vean abocadas a acogerse a un nuevo expediente.
Con la nueva prórroga se mantienen los tres tipos de ERTE, las exoneraciones en las cuotas a la Seguridad Social serán las mismas y las condiciones para acogerse a un expediente se mantienen invariables, tanto para las empresas, que no podrán tampoco repartir dividendos ni realizar horas extras, como para los trabajadores, que seguirán accediendo a un ERTE sin necesidad de un tiempo mínimo de cotización, cobrarán el 70% de su salario y no contará este periodo de cara a futuras prestaciones.
La gran novedad en la última propuesta presentada por el Gobierno para atraer a la patronal es que amplía los sectores ultraprotegidos, es decir, aquellos que entienden que han sido más duramente golpeados en esta pandemia y cuentan, por tanto, con mayores exoneraciones. Para ello, el nuevo texto flexibiliza la fórmula que estableció para determinar cuáles son los sectores ultraprotegidos: si hasta ahora se basaba en que se englobaran en esta categoría las empresas que han reactivado del ERTE a menos del 65% de los trabajadores, amplía este porcentaje hasta el 70% para que puedan beneficiarse más actividades. El transporte por carretera pasaría a entrar en este listado. Se mantiene, además, la condición de que ese sector en concreto ha de tener a más del 15% de personas en ERTE del total de afiliados al Régimen General.
Las empresas que pertenezcan a estos sectores quedan exoneradas de pagar el 85% de las cuotas de todos sus empleados si la compañía tiene 50 trabajadores en plantilla o menos y del 75% si cuenta con más de 50. La gran ventaja es que estas exenciones se aplican tanto a los trabajadores que se queden en el ERTE como a los que se han reincorporado. Por el contrario, la reducción de cuotas de las empresas acogidas a los otros dos tipos de ERTE, de limitación o de impedimento, solo afecta a los trabajadores en suspensión, no a toda la plantilla, y mantendrán el mismo porcentaje, que oscila entre el 70% y el 100%.
ERTE automáticos : El otro cambio que trae esta cuarta prórroga es que se amplían todos los ERTE actuales de forma automática y no se necesitan nuevas autorizaciones administrativas. Se descarga así a las empresas de los costes de gestión y burocráticos. Asimismo, se establece
un mecanismo automático de cambio entre los ERTE de impedimento y de limitación, de manera que se puede pasar de uno a otro sin necesidad de autorización administrativa.